Es muy posible que tengas dudas a la hora de decidir qué acabado quieres para tu garaje. En particular, el pavimento es uno de los elementos con los que se debe tener especial cuidado. El recubrimiento de los suelos donde se estacionen los automóviles ha de tener una serie de características muy concretas, y nuestros expertos saben cuidar esos detalles a la perfección.
Por ejemplo, el suelo ha de ser especialmente resistente al rozamiento de los neumáticos, por lo que se le debe conferir una elevada dureza. Nuestros trabajos evitan con éxito algunas patologías muy comunes, como el agrietado o el rehundido del nivel en las zonas de mayor rodado o tránsito de los vehículos.
El piso del garaje también debe tolerar con solvencia la posible caída de sustancias como aceites lubricantes o combustible, que pueden corroer ciertas zonas o dejar manchas no deseadas. La superficie debe, además, mantener los criterios de adherencia para el correcto manejo del coche dentro del garaje.
Otra de las cuestiones que generan una gran problemática es la humedad del subsuelo. También la generada por la lluvia si la cochera está cubierta por una pérgola o un tejado que presenta filtraciones. El hormigón, que es el material que se usa comúnmente, aunque es denso y resistente, es también poroso. Nuestros expertos cuidan las filtraciones con buenos agentes aislantes para evitar este tipo de problemas.
¿Hormigón con acabado pulido o impreso?
El pavimento de hormigón suele rematarse con dos diferentes técnicas, que son el pulido y la impresión. El primero suele ser más habitual en las áreas interiores, y la segunda en zonas exteriores.
Los hormigones que utilizamos en ambos casos son muy resistentes y se usan a nivel industrial tanto como doméstico. Nosotros lo instalamos extendiéndolo primero, dándole el nivelado y el vibrado después para continuar con su pulido y acabado químico.