Un mortero autonivelante se utiliza especialmente para preparar y nivelar superficies, alisándolas y endureciéndolas. Al estar compuesto por agua, aditivo, cemento y arena y ser, por lo tanto, muy líquido, permite autonivelarse por sí mismo.
Basándonos en este uso, sirve para nivelar diferentes revestimientos como baldosas, laminados, suelos antes del revestimiento definitivo.
El mortero autonivelante puede usarse tanto en espacios interiores como exteriores, algo que permite que proyectemos interesantes obras de interiorismo en perfecta conjunción con la obra en sí sin mayor problema.
Polivalencia del mortero autonivelante
Además del uso para lograr una uniformidad y continuidad en el volumen de la base, también se utilizan para otras áreas del segmento de la construcción.
- Nivelación de platinas o de apoyos de máquinas, vigas, columnas y otros elementos estructurales.
- Obras que necesiten anclaje de pernos para aquella maquinaria con nula o poca vibración.
- Reparación del hormigón, ya sea por efectos de agentes como el salitre, en zonas cercanas a la costa y muy húmedas o por otros como la nieve o la lluvia.
Esta técnica se usa en diferentes tipos de zonas, como aquellas de tráfico rodado, como aparcamientos o en áreas que poseen suelos industriales, especialmente.
El empleo del mortero tienen tras de sí múltiples ventajas que hace que su aplicación dentro o fuera sea ideal. Su adherencia es tal que endurecimiento ocurre de manera rápida, sin fisuras ni cuarteamientos, algo que evita que el propio aire se incruste y produzca posibles roturas.
La resistencia de estos morteros especialmente al desgaste superficial, es una de las características derivadas de sus empleos. Esto implica una rentabilidad alta y una planimetría perfecta.
El mortero autonivelante es una de las claves para que preparemos el suelo y sus revestimientos base, entre otras cosas, en nuestras obras. Todo son ventajas que veremos reflejadas en nuestro producto final.