El hormigon desactivado es un tipo de pavimento que cuenta con una fácil ejecución in situ. Su particularidad a simple vista es que puedes ver sus áridos en la superficie de su propia solera, es decir, sería como instalar el hormigón al desnudo. Es un elemento rugoso (aportando propiedades antideslizantes), no es tóxico y es muy resistente a agentes del exterior.
Su diferencia con respecto al hormigón ordinario es que este tipo de pavimento se presenta con las piedras que lo componen tal cual en su superficie. Esto hace que este tipo de hormigón cuente con la posibilidad de presentarse en diferentes aspectos, dependiendo de las piedras o colores seleccionados.
El hormigón desactivado lo podemos utilizar de forma general en pavimentos para las vías, como calles, accesos, aceras o calzadas en diferentes lugares. Es decir, podemos verlo instalado en zonas como urbanizaciones, gasolineras e incluso centros comerciales, ya que cuenta con la ventaja de ser continuo y antideslizante. Su alta resistencia en comparación con el hormigón ordinario nos garantiza una vida útil de este mucho más larga.
Características del hormigón desactivado
El árido visto cuenta con multitud de características que lo hacen ideal para pavimentos que necesiten de fácil instalación y una gran durabilidad. A continuación, mostramos algunas de sus características principales:
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Se fabrica de forma rápida, con los mínimos equipos posibles.
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Posee un precio muy asequible.
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No se deteriora fácilmente.
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Es antideslizante y decorativo.
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Se adapta a todo tipo de lugares.
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Es muy resistente y duradero.
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Es un material transitable.
Tal y como hemos citado entre sus características, el hormigón árido es decorativo, por lo que podemos usarlo en exteriores, donde puede dar lugar a espacios con diseños impresionantes y aportar una gran armonía a estos.
Sin duda, este hormigon es uno de los mejores materiales con los que puedes contar para la fabricación de pavimentos y su instalación en todo tipo de entornos.